[…] Había estado tanto tiempo ocultándolo, había reconstruido su vida en torno a ese secreto, trabajando tan duro para guardarlo para así. Me pareció… no sé… algo cruel derribar esos muros. Como volver a arrebatárselo todo una segunda vez.
-Debes aprender a comprender la diferencia entre los cuentos y la realidad, mi Eliza –le decía-. Los cuentos de hadas terminan demasiado bruscamente. Nunca muestran lo que sucede después, cuando el príncipe y la princesa cabalgan más allá de sus páginas.
Su pasado era como una muñeca rusa, una pregunta dentro de una pregunta dentro de una pregunta.
La apariencia de abundancia puede ser engañosa, no siempre significa que una persona está bien. Pregúntale a tu mujer.
La memoria es un amante cruel con la que todos debemos aprender a bailar.
Organizas tu vida con lo que tienes, no con lo que te falta.
Nada, no se le había pasado nada, y por eso lo había hecho. Porque pensar era sumergir el pincel de la duda en las claras aguas de la certidumbre.
El jardín olvidado
Kate Morton
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